Page 159 - El cantar del Catatumbo

desequilibrios financieros, hijos también de la fuerte
devaluación de la moneda que hizo Maduro antes de
asumir en este nuevo período, la inseguridad y la de-
lincuencia urbana.
Sería importante que la revolución preservara el ta-
lante creativo, uno de sus más destacados dones, con
esa alegría y fervor tan puritamente propia de los vene-
zolanos, expandiéndose libre, ajena a los sombríos con-
troles autoritarios y a los infaustos comisarios políticos,
como lo ha hecho hasta ahora.
Es necesario, además, llevar a cabo una prolija labor
de acercamiento a los sectores disidentes menos radicali-
zados, a fin de menguar la polarización de la ciudadanía
venezolana y poner en evidencia a los grupos que, ante
la imposibilidad de tomar el poder por las urnas, pre-
tenderán hacerlo a través de un golpe de Estado.
Aunque las Fuerzas Armadas respaldan el proceso
revolucionario, a lo largo de este se ha visto que hay
pequeños sectores que han intentado una sigilosa —y
luego descubierta— labor de zapa. La dirección po-
lítica del mismo debe pues preponderar sobre la mi-
litar, aunque sea esta —por su demostrada conciencia
bolivariana— la que, junto a la mayoría, la defienda de
los ataques antidemocráticos tanto internos como de
afuera de Venezuela.
Si bien, como dije, la experiencia de la revolución
es por sus especiales características fundamentalmente

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