Page 205 - De mi propia mano
P. 205
mientras se consiguen transportes, expediciones parciales que corten toda
comunicación del enemigo con la costa del sur hacia Pisco; la división
de los andes tendrá el mismo objeto hacia el norte con la ventaja de que
para esa parte hay todos los caballos y mulas que se han mandado, y en fin
volveremos a reducir a los españoles en lima al estado del año 21. todo
se requiere actividad del jefe que mande el callao, al cual deben quedar
sujetas todas estas secciones, puesto que no hay modo de mandarlas al sur
a formar una sola masa.
Éste es mi plan si quedo encargado de la dirección de la guerra con
estas tropas. Si alvarado es el elegido, está en seguirlo aunque creo que
nunca obtendrá el voto del Presidente. Si las cosas continúan en el desorden
en que están, y si nos quieren hacer juguete de partidos envolviéndonos y
sacrificándonos en disensiones domésticas, yo diré franca y redondamente
al presidente que me quedaré o le dejaré con Valdés dos batallones para
la guarnición del Callao con 1.500 hombres, para que pueda expedicionar
con todos los demás aliados y peruanos, donde él quiera; y con el resto de
los colombianos irá Valdés o yo a trujillo para quedar como un cuerpo de
reserva, y que el gobierno de colombia pasará una parte de nuestra subsis-
tencia a los de trujillo. en tal caso irán allí todos nuestros hospitales.
todo mi fin será impedir que nos metan en cuestiones sobre mandos
y jaranas en que estos señores no se entienden. el congreso manda ahora
dos diputados a suplicar a ud. que se encargue de salvar el Perú, y sea lo
que quiera que ud. resuelva, creo que mis medidas serán de su aprobación,
porque en cualquier sentido son las que dejan a ud. un apoyo para todo;
porque o tenemos una influencia poderosa en las operaciones del sur y con-
servamos la plaza del callao, o bien mantenemos la plaza, y colocamos las
fuerzas colombianas hacia las fronteras de la República, nos reemplazamos
en el norte de las pérdidas que ha sufrido la división, y nuestra actitud es
siempre imponente en cualquier resultado, y en cualquiera transacción con
los españoles, puesto que ud. tiene esperanzas de que se hará la paz.
yo repito a ud. lo que tantas veces he dicho, que este país sin un cen-
tro de autoridad que le dé marcha, sin un concierto en sus negocios, y sin
un jefe que reúna los partidos, difícilmente se salvará. Para dar a ud. una
idea de las divisiones y quisquillas que hay aquí, bastará decirle que esta
biblioteca ayacucho
167
De mi propia 6 Arabigo.indd 167 12/11/2009 09:30:33 a.m.