Page 207 - De mi propia mano
P. 207
y sigue a la capital dejándole 15 días de tierra a su expedición, asegura
la campaña. Él puede, pues, disponer de cuarenta a cincuenta días para
obrar a su gusto sin la menor oposición. Santa cruz me escribe y todo su
empeño es que nosotros salgamos por tierra.
hoy los enemigos han avanzado un escuadrón y un batallón y parecía
marchar a reconocer nuestros puestos; pero no ha sido así y han vuelto a sus
posiciones. espero que se acerquen para empezar a hacer nuestras salidas
y no quedarnos mano sobre mano. No puede ud. pensar cuál es mi senti-
miento de esta inacción; pero creo que ud. aprobará que en cumplimiento
de sus instrucciones no haya comprometido nuestras fuerzas contra una
superioridad en número y en moral de los enemigos. o’leary informará
a ud. de la composición de nuestro ejército, etc., y ud. calculará cuánto
tengo que sufrir cada día con tanta clase de gente, tan diversa en intereses y
mucha de ella tan poco dispuesta a combatir. he resuelto mandar mañana
al coronel ortega a trujillo a recibir allí nuestros hospitales todos, que
pienso mandárselos, y que con seis oficiales que llevará vaya formando
un batallón de depósito. Reunirá la gente que vino en la “amberes”, que
debe estar en casma, que es toda recluta y la instruirá en trujillo. los 50
húsares vendrán aquí. toda la gente que venga muy recluta se le mandará
a ortega porque aquí nos consumen víveres inútilmente.
en este momento acabo de hablar con los contratistas y me dicen que
en seis días me darán transportes para 2.400 hombres. estoy vacilando en
si mandaré los 2.000 hombres de que ud. me manda disponer para que
vayan con el general lara donde Santa cruz, y completar el resto hasta
3.000 con los de chile, o si yo mismo me pondré en marcha con 2.400
colombianos en tres batallones, Rifles, Voltígeros y Pichincha, dejando
que me siga Vencedor. las instrucciones de ud. me ponen en grandes
embarazos para resolverme. ud. verá ahora cuán mal es atar a uno en tan
grande distancia. estoy inclinado en mandar nuestros 2.000 hombres y los
chilenos a Santa cruz, pero es porque tal es la orden de ud. más bien que
porque yo calcule que sea útil. ud. me dirá si quiere que yo siga con otra
fuerza al sur, y en fin hábleme ud. en el concepto de las circunstancias y
por si aún yo estuviere aquí.
Si vienen buques de Guayaquil, que traigan todas las pipas, etc., para
biblioteca ayacucho
169
De mi propia 6 Arabigo.indd 169 12/11/2009 09:30:33 a.m.