Page 167 - De mi propia mano
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todo el país y puedo en todo tiempo restablecer cualquiera decaimiento en
las opiniones nuestras: todos solicitan que yo me restituya a la intendencia;
pero por una parte yo debo ganar con el desprendimiento que manifiesto e
invertir mi ganancia en utilidad pública, y por otra mi hastío a los negocios
públicos y las trabas que tienen los intendentes para tratar gente díscola
y tumultuaria que aprovechen de la impunidad de sus opiniones para al
abrigo de ellas minar las bases del Gobierno, me alejan cada día el deseo
de emplear mis trabajos en el gobierno de pueblos. confieso que aquí llevo
la ventaja de tener concepto público, pero ni esto me anima. Si yo quedo
mandando solo las tropas en estos países, habré satisfecho mi anhelo, y en
tal ocupación prestaré todos mis servicios a la patria y al Gobierno.
Diz que la próxima (o presente) legislatura tiene por algunos de sus
miembros grandes proyectos de disolución de la República: veremos en
ello, y quiera Dios, para fortuna nuestra, que por resultado haya otros
miembros que contando sobre los votos del ejército y la unión de los pue-
blos concentren y fortifiquen el Gobierno para que él pueda salvarnos de
la tempestad que están formándonos. iturbide ha señalado el camino más
corto de hacer las cosas, y de dar un corte a la Revolución.
adiós mi amado amigo; esta carta bien vale ser respuesta a las tres de
ud. y si no se acabara el papel hablaría más largamente de mis opiniones
respecto al último artículo; pero ud. juzgará de ellas lo mejor en beneficio
de nuestra patria y contra los tumultuarios.
Suyo de corazón muy apasionado.
Sucre
Saludo a los amigos: a la señora su hermana un abrazo y a las amiguitas
mil cariños.
Va una carta de Roca que acabo de recibir de Guayaquil.
(Rúbrica)
contestada, 21 de marzo.
biblioteca ayacucho
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