Page 784 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
P. 784
782 Alí RAmón RojAs olAyA
Bolívar y el odio hacia el padre de la Patria. El odio hacia Bolívar en
las oligarquías limeñas y cundinamarquesas —Ivancito, Martincito y
Lenincito— tiene sus antecedentes desde el mismo momento en que el
Ejército Libertador surca esos virreinatos para vencerlos y hacer de ellos
naciones libres. Gaspar Rico y Angulo difama al Libertador en 1821
en el periódico El Depositario. Lima y Bogotá eran las capitales de los
virreinatos de Perú y Nueva Granada, respectivamente. Sus súbditos se
acostumbraron a obedecer a Fernando VII a través de los virreyes Juan
de Sámano y José de la Serna.
1824 es un año que pasa a la posteridad por el triunfo en la Batalla
de Ayacucho el 9 de diciembre. Pero en enero el clima era tenso. Los
desencuentros y las traiciones —Ivancito, Martincito y Lenincito— es-
taban a la orden del día. El marqués de Torre Tagle (1779-1825) estaba
resentido con el Libertador porque este lo había puesto de lado. ¿Por
qué? Porque Bolívar sabía que había entablado negociaciones secretas
con los realistas para terminar la guerra con la condición de que Bo-
lívar saliera del Perú. En Bogotá, el vicepresidente Francisco de Paula
Santander (1792-1840) está herido en su amor propio por tener que
ceder ante las exigencias del Padre de la Patria en relación a la liberación
del Perú. Por otra parte, el aristócrata limeño José de la Riva Agüero
(1783-1858) escribe una carta interceptada por el general antioqueño
José María Córdova (1799-1829), en la que expresa: “… muy pronto
lograré convencer a mis hombres que ante la tiranía de Bolívar es mil
veces preferible el gobierno de Su Majestad Fernando VII”.
William Tudor Jr. (1779-1830) fue el primer cónsul de Estados Unidos
en Perú. Allí estuvo entre 1824 y 1828. Fue enviado a Lima para conspi-
rar contra Bolívar y evitar que Perú se uniera a la República de Colombia.
Para tal fin capta al general peruano José de La Mar (1776-1830), otrora
héroe de Ayacucho, quien crea problemas limítrofes para detener el sueño