Page 780 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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778   Alí RAmón RojAs olAyA



                   … me complacería mucho esta alianza [con Estados Unidos],
                 puesto que sería ventajosa para los dos países, y porque es in-
                 dispensable que los gobiernos americanos libres se reúnan con
                 el fin de consolidar su independencia y estar así en aptitud de
                 rechazar los esfuerzos de la tiranía.


               Pero, ¿sabes qué ocurrió? ¿Sabes qué hicieron tus idolatrados gringos?
               En el año 1818, Estados Unidos violó el acuerdo de neutralidad y
             vendió armas a los realistas, que las transportaban en las goletas Tigre

             y Libertad. El Ejército Libertador, al agarrarlas in fraganti, las confiscó.
             Entonces el presidente de Estados Unidos, James Monroe, envía a An-
             gostura a su agente diplomático, John Baptist Irvine, quien con el tono
             característico de la “supremacía” angloamericana exigió que las naves le
             fueran devueltas. Bolívar le respondió categóricamente el 7 de octubre
             de 1818 desde Angostura:

                   No permitiré que se ultraje ni desprecie al Gobierno y los de-
                 rechos de Venezuela. Defendiéndolos contra la España ha desa-
                 parecido una gran parte de nuestra población y el resto que que-
                 da ansia por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela
                 combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el
                 mundo la ofende.


               Irvine denuncia al Libertador ante su gobierno diciendo: “El régimen
             del Dictador Bolívar ha producido desórdenes que necesitarán mucho
             tiempo para reparar; he terminado mi correspondencia y no deseo tener
             más roces con él; regresaré a los Estados Unidos”. Para Irvine, Bolívar
             era un “general charlatán y político truhan”.

               Monroe, molesto porque un venezolano lo desobedeció, planificó la
             invasión contra nuestra patria si Bolívar no se retractaba. “¡Quiero mis
             barcos ya!”, gritaba furioso. Inmediatamente llamó al comodoro Oliver
             Hazard Perry, oficial de la Marina de Estados Unidos, y lo comisionó
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