Page 646 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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644 Omar Galíndez COlmenares
En relación con el Congreso de Cúcuta, que estaba pendiente su ins-
talación en la Villa del Rosario de Cúcuta, pudo instalarse con retardo
el 6 de mayo de 1821, designando en la presidencia a don Manuel
Restrepo, el venezolano don Fernando Peñalver en la vicepresidencia y
don Francisco Soto en la secretaría. No fue sino el 12 de julio cuando
el Congreso ratificó la vigencia de la Ley Fundamental de la República
de Colombia, aprobada por el Congreso de Angostura. Y acto seguido
procedió a la reelección del Libertador Simón Bolívar como presidente
provisional de la república y a Francisco de Paula Santander se le de-
signó como vicepresidente, el cual supliría al Libertador en el Ejecutivo
nacional en el tiempo que se mantuviera en campaña, que entonces
estaba en el plan para liberar a Venezuela.
Apenas se liberó Carabobo y la región central de Venezuela, Bolívar
marchó hacia Caracas, que fue objetivo de algunas escaramuzas de los
últimos reductos del jefe realista por intentar retener control sobre la ca-
pital, pero una generosa oferta permitió acceder a la capitulación. Así, el
28 de junio, Bolívar se encuentra con su devastada y arruinada Caracas.
Después de siete años de estar alejado de la capital, aprecia las profun-
das grietas de una matanza sin fin: la pronunciada pobreza, los campos
abandonados, las casas destartaladas, los hombres deambulando sin tra-
bajo; en fin, perdidos los hábitos laborales y viviendo de la rapiña de la
guerra, era el modus vivendi de aquella otrora fulgurante Caracas. Allí
comenzaba una nueva realidad que no la ocultaba ni el entusiasmo de la
victoria, ni el optimismo que inspiraba la presencia de Bolívar.
La dramática realidad de Venezuela se vería más afectada si contamos
los problemas endógenos derivados de su reciente pasado colonial, que
ahora con nuevos ímpetus se renovaban con la independencia; a saber,
las rivalidades interraciales, los conflictos sociales, los rezagos de la es-
clavitud no extinguida. Eran problemas de la herencia colonial ahora