Page 74 - Viaje a Sandino
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Tengo por dentro de mí todo el dominio de decir
las cosas, lo tengo y mi mano, como decir mi pensa-
miento y todo yo, desmaya. Veo en mis dedos toda la
melancolía, es un juego de dolor de ausencia, de nos-
talgia y un empeño de andar por fuera cuando uno
anda tan por dentro.
***
Bajamos, estas carreteras son difíciles. Todos con
el arma en la mano por las emboscadas.
***
En San Rafael del Norte y también en San Se-
bastián y San Antonio, la vida no vale nada, es extra-
ño cuando no hay dos o tres muertos cada noche, la
vida no vale nada.
***
Vivir es abrir los ojos y mirar, comer, andar,
sufrir, amar, odiar, pelear, beber, conversar, dormir
y despertarse en sitios, ciudades, campos y lugares,
hacer el amor y fastidiarse tan de cerca y tan de lejos;
un amanecer, un sol que cae, el lirio de las piernas de
esa mujer de junco, el fusil en la espalda del chavalo,
el horizonte del recuerdo de un oficial de Sandino.
Sólo Dios no vive por culpa de la eternidad.
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