Page 34 - Viaje a Sandino
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Basta nacer para morir. Todo animal que nace
          lleva en su amor el cáncer de la vida, porque la muerte
          puede morir mientras hay vida.

             Vida y muerte son lo mismo en el río del tiempo,
          y el tiempo es una fábula del hombre y de los astros.

             Cierro los ojos y no veo la montaña, ni el cielo,
          ni el camino. Abro los ojos y veo el mundo entero.
          Cuando cierro los ojos vivo muy por dentro, en la in-
          finita galaxia de mí mismo, y cuando los abro vivo el
          mundo exterior de lo que existe.


             Millones de espermatozoides mueren cada día,
          sólo uno de ellos vive y llega al óvulo de cada campa-
          nada, seguramente es el más veloz, pero tal vez no el
          mejor, cuántos habrán quedado atrás y muertos para
          alimento de un mediocre que venció. Aldous Huxley
          lo dijo a su manera, una poética manera de heredar la
          ciencia.

             Siempre hay una enfermedad incurable. Curar es
          cuidar. Curo, curas, curare, curavi, curatum. Todo es
         curable y cuidable y siempre hay un médico de cuitas.
         El primer cirujano del mundo fue Dios, cuando abrió
         las costillas de Adán para curarlo de la soledad.


             Siempre hay una enfermedad hegemónica. La
         lepra en los tiempos de Ben-Hur, la tuberculosis


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