Page 51 - Todo César: Panorama de vida y obra
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BREVE RESEÑA César Rengifo suele ser citado como una figura emblemática del realismo que
apareció en el arte venezolano a raíz de la muerte del dictador Juan Vicente
Gómez. Desde la década de 1950, influido por los muralistas mexicanos Diego
SOBRE lA OBRA Rivera y Siqueiros, Rengifo traza una evolución que lo llevó de un expresio-
nismo lineal a un estilo que lo desvía por completo de las vanguardias acep-
tadas por el arte oficial. Así fue como en 1953 se presentó en el Salón Arturo
PLÁSTICA dE Michelena, en Valencia, donde obtuvo el Premio Andrés Pérez Mujica, por el
óleo Los Andes.
Actualmente César Rengifo es más conocido como dramaturgo que como
pintor, aunque también como artista plástico ha alcanzado reconocimiento,
RENGIFO pues aparte de haber ganado el Premio Nacional de Pintura (1954) por la obra
La flor del hijo, es uno de los pintores más cotizados, citados y reconocidos del
arte venezolano. Es quizás también uno de los creadores más polifacéticos de la
historia de Venezuela, ya que fue, además de dramaturgo y pintor, hombre de
letras, poeta, muralista, promotor cultural, político, periodista, teórico e intelec-
tual marxista, catedrático y polemista.
Rengifo fue consecuente con sus principios marxistas al denunciar en su
arte problemas sociales como la exclusión, la esclavitud, el éxodo campesino, el
despojo de la tierra y la miseria, que persistían en la sociedad venezolana desde
la Colonia, agravados en los años treinta y cuarenta –cuando aparece Rengifo–
por el incipiente capitalismo; problemática que sobrevivió durante la dictadura
de Juan Vicente Gómez y luego durante la de Marcos Pérez Jiménez.
La temática de Rengifo trata sobre el hombre venezolano, su hábitat y su
paisaje. No evade lo cartelario, ni el mensaje y la protesta sociales en su propó-
sito de utilizar la pintura como instrumento de denuncia de los males que afec-
tan a la sociedad excluida y principalmente al campesinado, protagonista de
una odisea del éxodo que se desarrolla, de obra en obra, a través de los más
agrestes lugares de la geografía nacional.
Sería osado, sin embargo, clasificar su obra como la de un retratista esclavi-
zado por la representación del modelo fisonómico, como fue costumbre en sus
primeras obras. Su resolución del cuadro responde técnicamente al mensaje que
se quiere expresar a través de una ejecución resuelta impecablemente con un
empaste liso, en base a grandes planos cromáticos, no sin cierto sesgo retórico,
no carente de dramatismo. Obra laboriosa cuyos motivos consisten en escenas
a modo de anécdotas descriptivas extraídas de la vida de los venezolanos en