Page 181 - Todo César: Panorama de vida y obra
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loS ANDES                                Aunque lamentablemente no dispongo de la capacidad de análisis suficiente
                                                                                   para dar cuenta de todos los niveles de representación de los escenarios y de la
                                                                                   humanidad andina figurados en los cuadros de Rengifo que se ocuparon de
                  En lA PINTURA                                                    ello, intentaré al menos un pequeño balance de los mismos que quizá llegue a

                                                                                   ser útil para otras personas que puedan hacer lecturas más productivas de esas
                                                                                   obras, situándolas en sus debidos contextos estéticos e históricos, sometiéndo-
                                         dE CÉSAR                                  las a las descripciones que ellas ameriten y valorándolas según se los permitan

                                                                                   sus estudios.
                                                                                     Quizá después de las experiencias de un viaje a esta región en 1941, Rengifo
                                         RENGIFO                          *        se  dispuso  a  realizar  algunos  cuadros  de  asuntos  andinos,  cuyos  paisajes  y
                                                                                   habitantes debieron convocar su atención y su peculiar mirada de creador en el
                                                                                   campo de la plástica. Uno de esos trabajos –titulado Los Andes– le permitirá en
                                                                                   1953 ganar el Premio Andrés Pérez Mujica, en el XI Salón Arturo Michelena, del
                                                                                   Ateneo de Valencia, siendo este su primer gran reconocimiento como pintor.
                                                                                   Según algunos autores se relaciona con los paisajes de Boconó, mientras que
                                                                                   otros la dejan sin referente específico.
                                                                                     En  1958,  radicado  ya  en  Mérida,  Rengifo  pintó  un  Paisaje  de  Mérida,  un
                                                                                   óleo sobre tela en el cual presenta tres personajes campesinos de la sierra, dos
                                                                                   hombres y una mujer, todos de espaldas, mirando el vacío desde la altura de la
                                                                                   montaña, con la única compañía de un frailejón y un árbol sin hojas, mientras
                                                                                   sostienen en sus manos los que parecen posibles frutos de su trabajo. El cielo
                                                                                   grisáceo y neblinoso. Un ámbito de soledad, silencios y esperas.
                                                                                     La literatura parece ofrecerle otras lecturas de la región. En 1960, de regreso
                                                                                   a Caracas, quizá con el estímulo  imaginario de la poesía de Andrés Eloy Blanco,
                                                                                   realiza un trabajo en tinta sobre papel en el que representa a La Loca Luz Cara-
                                                                                   ballo.
                                                                                     Un cambio de intensidades cromáticas se advierte en un cuadro de 1965 que
                                                                                   tituló Andinos. En tenues tonos pastel y dibujo bien delimitado, un grupo de seis
                                                                                   campesinos, entre ellos una mujer, caminan entre la bruma. Todos marchan de
                                                                                   espaldas, cabizbajos y encorvados por sus cargas. Dos perros flacos, un raquí-
                                                                                   tico frailejón, árboles talados y algunos tallos sin hojas a la distancia son su
                                                                                   único entorno. La intemperie no da treguas.
            *   Segunda parte de la conferencia “la cultura andina venezolana en la producción intelectual de   El cuadro Niebla y lluvia en el páramo está fechado en 1978, es un óleo sobre
                César Rengifo”, para el XII Congreso Internacional Presencia y Crítica. Formas de leer el Mundo:   tela. Presenta la imagen de tres campesinos que se protegen de la intemperie
                literatura, Semiótica y Cultura. Universidad de los Andes. Centro de Investigaciones literarias y
                Culturales Mario Briceño Iragorry. 2015.                           tapando sus caras con sus sombreros y sus ruanas, caminan con sigilo, casi a
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