Page 272 - La dimensión internacional del Gran Mariscal de Ayacucho
P. 272

272  Rafael Ramón Castellanos



             participación comedida de unos y de otros en la solución de problemas
             derivados del suceso principal. Analicemos como sustentación la carta del
             nuevo Capitán General de Matogroso, Juan Saturnino Dacosta, fechada el
             8 de octubre de 1825 desde Cuyabá, y dirigida al Gobernador de la provin-
             cia de Chiquitos, coronel Jil Solido:
                   Pocos días después de haber tomado posesión de la presidencia de
                 la provincia de Matogroso, que S. M. el Emperador se dignó con-
                 fiarme; cuando apenas había principiado a tomar conocimiento de
                 los negocios interiores de la misma provincia, y no teniendo todavía
                 en mi poder el archivo del gobierno que vendrá ahora en camino de
                 Matogroso para esta ciudad, recibo oficios del capitán Manuel Be-
                 lloso Rebello y Vasconcelos a quien el pasado gobierno tenía encar-
                 gado, hasta mi segunda orden, el mando de aquel Departamento,
                 informándome que de la provincia de Chiquitos se mueven tropas
                 para la frontera de este imperio en actitud hostil.
                   Sorprendido con una noticia tan contraria a lo que debía esperar,
                 cuando me preparaba a mantener la paz y armonía con las provin-
                 cias extranjeras limítrofes, traté de indagar en vista de dichas noticias
                 cuales serían los motivos que podría causar tal procedimiento; y he
                 sabido, aunque no oficialmente, que el gobernador de Chiquitos,
                 Sebastián Ramos, se había retirado para Matogroso por divergencia
                 de opiniones, y había traído consigo una poca de plata pertenecien-
                 te a algunas iglesias de aquel territorio con otros efectos que dicen
                 ser de sus habitantes.
                   Y como dichos efectos no me habían sido aún reclamados como
                 autoridad que soy de esta provincia, ni tampoco tenido exactas co-
                 municaciones del pasado gobierno sobre este negocio; resolví enviar
                 a U. S. los dos oficiales conductores de éste, los que aseguran a U.
                 S. mis sentimientos de armonía y buena inteligencia entre esta pro-
                 vincia y la de Chiquitos y nombro para primero en esta misión a
                 mi hijo el teniente Andrés Pinto Duarte Dacosta Pereyra, para dar
                 a U.S. esta prueba y testimonio más de la consideración, respeto y
                 amistad para con su persona, asegurándole, a pesar de lo que queda
   267   268   269   270   271   272   273   274   275   276   277