Page 498 - Escritos de ayer y hoy

le impiden, lo agotan y lo derrotan en escenas específicas. La
unipolaridad yanqui está fracturada y en decadencia; el mundo
de hoy marcha hacia la multipolaridad y hacia nuevos centros
de poder.
Venezuela, nuestro país, nuestro pueblo con la Revolución
Bolivariana, con el legado de Bolívar y Chávez y el liderazgo
del presidente Maduro, pese al asedio de factores capitalis-
tas, lo venimos enfrentando y derrotando en diversos ámbitos
y de manera integral, no exenta de limitaciones, dificultades,
de errores y de traiciones; con el presidente Maduro, con el
rumbo histórico y una línea estratégica correcta (la Agenda
Bolivariana), y una idea de maniobra en lo táctico que nos per-
mitió cerrar el año 2017 –bien en lo fundamental–, no alejada
de limitaciones y dificultades que se expresan dramáticamente
en la línea de abastecimiento de alimentos y medicinas.
Es una guerra de cerco y de aniquilamiento contra el pueblo
y su revolución. Hay que estar claros con la estrategia imperia-
lista yanqui. Sus objetivos son dos:
1. Desestabilizar a Venezuela, caotizar el país, para facilitar la
intervención extranjera y derrocar el Gobierno Bolivariano del
Presidente Maduro.
2. Apropiarse de la inmensa riqueza minero-petrolera de
Venezuela. Nuestra estrategia debe ser de resistencia y desa-
rrollar la lucha de todo el pueblo, la guerra del pueblo, que es
prolongada; que tiene como objetivo interno agotar histórica y
políticamente a la oposición apátrida en Venezuela, y en lo in-
ternacional aislarlos políticamente y lograr el respeto del país
sobre la base del desarrollo del derecho internacional de las
naciones y pueblos a ser libres.
La Asamblea Nacional Constituyente, con su legitimación
constitucional, histórica y popular, como consecuencia de las
victorias electorales para renovar parte de los poderes públicos

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