Page 412 - Escritos de ayer y hoy
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En este escenario, la coyuntura internacional está marcada
            por la crisis estructural del capitalismo y la geopolítica del
            orden internacional unipolar, que hace de la dominación por
            medio del uso de la fuerza, la intervención en los asuntos in-
            ternos de los países y distintas formas de injerencia y desesta-
            bilización, los medios para mantener un orden internacional
            asimétrico y desigual, contrario por su naturaleza a la igualdad
            de los Estados, la autodeterminación de los pueblos y el res-
            peto a la soberanía e independencia de los Estados.
               El acomodo del mapa geopolítico en África y Medio
            Oriente refleja los juegos del poder imperial en Egipto, Irak,
            Libia, Ucrania y, más reciente, en Siria, para favorecer los in-
            tereses de las grandes potencias por fuentes de energía, el con-
            trol de zonas estratégicas y, en general, los recursos cuantiosos
            existentes en las regiones periféricas de América Latina y el
            Caribe, que poseen inmensos recursos naturales que no esca-
            pan a esa lógica del imperialismo. En particular, el proyecto
            bolivariano y socialista es percibido por las potencias imperia-
            listas como una amenaza a las pretensiones de esos poderes en
            la región, dedicando ingentes recursos y esfuerzos para aislar
            y desestabilizar el proceso bolivariano, recurriendo a la guerra
            mediática, el financiamiento de grupos paramilitares y la pre-
            sión de organizaciones sociales de distinta naturaleza.
               La coyuntura interna se presenta, a su vez, enmarcada en
            la confrontación entre la oligarquía y su proyecto capitalista
            dependiente, de corte neoliberal, y el movimiento popular or-
            ganizado que apoya al proceso bolivariano y socialista. En lo
            económico, el modelo rentista petrolero aún no ha sido sus-
            tituido por uno alternativo y la crisis de aquel se manifiesta
            en tasas inflacionarias altas, baja productividad y dependen-
            cia de las importaciones. Como corolario, la guerra económica
            emprendida por sectores económicos de la burguesía nacional
            socava la confianza de la población, constituyendo una grave

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