Page 406 - Escritos de ayer y hoy

capitalismos nacionales y los Estados nacionales, y se dan los
procesos de invasión, conquista y colonización de los otros
continentes; y a nosotros, es decir, a Venezuela, nos llegó en
agosto de 1498. Este capitalismo se transforma en imperia-
lismo a fines del siglo xix y nuevos bloques de poder se con-
frontan por un nuevo reparto del mundo, que nos condujo a la
Primera y Segunda Guerra Mundial. Posteriormente se dio el
desplome del Bloque Soviético, la unipolaridad yanqui, su rup-
tura y el surgimiento de un nuevo mundo multipolar y multi-
céntrico, que es evidente en este siglo xxi.
La historia enseña que las sociedades que han avanzado en
procesos de cambio revolucionario lo hicieron en medio de
grandes obstáculos: cuando no terminaron sucumbiendo al
enfrentar las acciones y maniobras de desestabilización y vio-
lencia internas, generadas por las fuerzas sociales que reaccio-
naron al ser desplazadas del poder que detentaban; en otras,
las amenazas tuvieron como fuente la injerencia y eventual in-
tervención bélica de las potencias dominantes en ese momento
histórico, temerosas del contagio revolucionario y de la pér-
dida que calculaban que resultaría de la alteración del statu quo
imperante en el orden internacional o su esfera de influencia.
En otros casos, el poder revolucionario naciente logró triunfar
o fue derrotado ante la alianza formada por los sectores y gru-
pos que perdieron el poder y los intereses foráneos a los cuales
se subordinan.
Con un claro sentido de la coyuntura histórica que le tocó
vivir, el líder revolucionario chino Mao Tse-Tung escribió, en
medio de la agresión imperialista japonesa, su conocida obra
La guerra popular prolongada, en la cual, consideradas la con-
ciencia social del pueblo chino, los recursos disponibles para
enfrentar a un enemigo poderoso y el contexto internacional
de su época, analizó y propuso la estrategia de lucha, tácticas

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