Page 404 - Escritos de ayer y hoy

bolivariano; ateo, incorruptible y hombre de una sola palabra y
de compromiso chavista. No pudo morir con una camisa roja
por cuanto sabía que la muerte la tenía cerca, cabalgando con
87 años de vida.
Pudiéramos decir que en silencio ellos entraron en la larga
lucha histórica de nuestro pueblo, de nuestro procerato civil
y militar; en la lucha por la independencia y por la libertad.
Compartimos el debate sobre la historia y el conocimiento
científico de que todos somos finitos, y sobre el tema de la
dialéctica del movimiento de la materia.
La naturaleza adquiere conciencia en sí misma con el de-
sarrollo del trabajo social de los seres humanos, en la persona
de la mujer y el hombre; antes no fue posible y desde entonces
entramos en la historia de forma activa, pero somos finitos…
no infinitos. Somos finitos como la humanidad, como la so-
ciedad, como el sol, las galaxias, las nebulosas, la combinación
química o la disociación; y no hay nada eterno, de no ser la
materia en eterno movimiento y transformación, regida por las
leyes según las cuales se mueve y se transforma.
Solo la indestructibilidad del movimiento le da sentido a la
filosofía y a la ciencia natural, en el marco teórico del mate-
rialismo dialéctico e histórico, y ello nos permite conocer la
realidad objetiva, histórica, concreta, de lo concreto real como
aproximación. Todo lo demás es interpretación metafísica
que generalmente conduce al idealismo, a las religiones, a las
creencias, a la ideología, que sinceramente respeto.
Seguiremos perseverando en el ideario político de ellos
hasta cuando dejemos de pensar y, en el caos particular nues-
tro, la orientación y la orden es la misma que mi cuñado, Rafael
Machado, le dio a Ysmenia: cremación.

Fernando Soto Rojas
Caracas, 19 de septiembre de 2014

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