Page 570 - De mi propia mano
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cerdeña le ha informado que la Fuente, Santa cruz y Gamarra son
                 amigos de ud., y yo aseguro que está algo equivocado. Del primero nada
                 sé en pro ni en contra; el segundo no es sino amigo de su conveniencia; el
                 tercero es aleve por inclinación, y más enemigo de ud. que el más acérrimo
                 español; pero como es bajo y vil, se mostrará en la desgracia adicto a ud.
                 Sentiré que ud. crea que hablo por resentimientos personales; aunque
                 los tengo, los callaría, si no estuviera entendido que tratan de sorprender
                 a ud., sea por adulaciones, sea por engaños. yo, más amigo de su gloria
                 que nadie, no me cansaré de repetirle, que no se fíe de ningún militar del
                 Perú. he mostrado que mis resentimientos los ahogo ante la causa pública.
                 Después de tarqui pude vengarme de Gamarra aun dándole azotes, porque
                 él estaba dispuesto hasta a sufrirlos paciente por salvar la vida.
                    No dudo que sea este mismo Gamarra quien entre a la Presidencia
                 del Perú, ni tampoco dudo de que dure poco; esto está en la naturaleza
                 de las cosas; así como el que luego lo llamen a ud. con todo creo que esto
                 sea tarde, y que en ningún caso debe oírseles. Primero es colombia, y los
                 deberes de ud. son con colombia.
                    Nada hay por acá de particular. el correo del norte no trajo más cosa
                 buena sino un magnífico artículo en la Gaceta de Caracas copiado del
                 Correo de Burdeos, defendiéndolo a ud. de las acusaciones que le han
                 hecho algunos periódicos franceses por la dictadura. le diré al intendente
                 que lo haga copiar aquí.
                    el señor Gual me ha mandado a decir hoy, que se va el viernes 31.
                 es cuanto sé de su viaje a Guayaquil. ojalá que él pueda negociarnos
                 una paz durable y honrosa para poder contraernos tranquilos a nuestros
                 asuntos interiores.
                    adiós, mi General. Mi mujer le agradece sus finos recuerdos y los retri-
                 buye cariñosamente; mi familia toda lo saluda con afecto y yo me repito.
                    Su apasionado, fiel amigo y atento servidor,


                                                                       a.J. de Sucre








                                           De Mi PRoPia MaNo
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