Page 509 - De mi propia mano
P. 509
retirados del bullicio no tengamos que mezclar entre los sentimientos de la
confianza los disgustos de los puestos públicos. Muy pronto ofreceré a ud.
la casa de un amigo que retirado en Quito sólo pretenderá los recuerdos de
compañeros queridos como ud. Pero no sé si en mucho tiempo podrá ud.
ir a reposar en buijo del tumulto de los negocios, y presentarme un buen
pescado del Guayas cuando lo visite. ¡cuántas memorias agradables nos
entretendrán! Suponga ud. cuánto estimo el permiso para que las tropas
vayan a embarcarse por arica, pues esto me facilita reunir cuanto antes el
congreso y marcharme a satisfacer toda mi ambición, que es regresar al
lado de mi familia.
aunque no ha venido de oficio ese permiso lo espero por el primer
correo y hoy se hacen prevenciones para aprestar todo en la Paz a ver si
mi batallón se marcha en enero, y sucesivamente los otros según se faciliten
los transportes y el pago de las gratificaciones. Mucho querría mandar (si
uds. lo concedieran) estos cuerpos juntos, pero veo dificultades tanto en
los transportes como para el dinero. en fin, de cualquier modo me prometo
que antes de la reunión de los colegios electorales ya no haya en bolivia
ninguna tropa auxiliar.
Me dice ud. en la adición de su carta que hablemos aunque sea una
hora. esta invitación la he recibido con inexplicable placer, porque mues-
tra cuánto desea ud. que estos negocios de américa se arreglen siempre
amigablemente. Por mi voluntad yo iría hasta lima a hablar con ud. si la
constitución me lo permitiera, porque así como constantemente confieso
mi incapacidad para estas cosas políticas, así también reclamo constante-
mente que nadie me excede en procurar para la américa todos los bienes;
y como el mayor de todos es la paz, la busco con ansia porque sin ella
somos envueltos en calamidades y desastres.
Durante los siete u ocho meses que me faltan de estar en bolivia,
cuente ud. que nada me hará alterar mi sistema de que nos entendamos
fraternalmente. así lo dije a ud. en mi contestación de 12 de noviembre,
e insistí en el propósito. iré al Desaguadero al momento que ud. quiera
hablarme allí, mas a lima no puedo ir porque me lo prohíbe la ley; y lo
siento porque aprovecharía esta ocasión de probar cuán lata es mi confianza
en la honradez y en el carácter de ud.
biblioteca ayacucho
471
De mi propia 6 Arabigo.indd 471 12/11/2009 09:30:52 a.m.