Page 455 - De mi propia mano
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al mismo fin … que ud. haya abrazado una profesión y yo otra hace una
                 diferencia de ejercicio, no de obra.
                    llenando para con ud. los deberes de la amistad más consistente
                 que pueda existir (que es la triple) he procedido en 21 meses de ausencia,
                 desde que ud. me dejó en chuquisaca como procedí en 21 años, desde
                 que ud. me dejó en París, hasta que nos vimos en lima … siempre con
                 consecuencia … invariable como mis principios, nunca ha dejado Bolívar
                 de ser a mis ojos el mismo. la fortuna influye en la suerte de los hombres;
                 pero no en su carácter; y los que dicen que estados mudan costumbres, por
                 decir que los hombres varían, no advierten el error de la sentencia.
                    No varía el hombre con el estado … el que afirma lo contrario prueba
                 que no lo observó bien en el estado anterior.
                    Por satisfacer a ud. y por satisfacerme a mí mismo, me separé de ud.
                 en bolivia … ¡qué mal hizo ud. en dejarme …! ¡y yo en no seguirlo! la
                 obra que yo iba a emprender exigía la presencia de ud. y ud. para consu-
                 mar la suya necesitaba de mí.
                    Jactancia … estúpida presunción, tal vez, parecerá el decir que la
                 emancipación del Mediodía de américa depende, para consolidarse, de la
                 influencia de un hombre tan obscuro como yo …! ¡que el héroe que pudo
                 solo trazar y ejecutar el plan de una independencia tan contestada por las
                 armas, no puede solo establecer las bases de una libertad a que nadie parece
                 oponerse! … Pero no es jactancia … no es presunción. Sólo bolívar puede
                 dar a mis ideas su verdadero valor, y hacer a mis pretensiones la justicia
                 que merecen, y como es a bolívar a quien hablo, omito por inútil, alegar
                 lo que para convencer a otro sería necesario.
                    Dos ensayos llevo hechos en américa, y nadie ha traslucido el espíritu
                 de mi plan. en bogotá hice algo y apenas me entendieron; en chuquisaca
                 hice más y me entendieron menos; al verme recoger niños pobres, unos
                 piensan que mi intención es hacerme llevar al cielo por los huérfanos, …
                 y otros que conspiro a desmoralizarlos para que me acompañen al infier-
                 no. Sólo ud. sabe, porque lo ve como yo, que para hacer Repúblicas, es
                 menester gente nueva; y que de la que se llama decente lo más se puede
                 conseguir es el que no ofenda.




                                          biblioteca ayacucho
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