Page 389 - De mi propia mano
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en que he estado, y además le he pasado de oficio detalles y conocimientos
                 de todas las cosas. No sé qué habrá dicho ud. de mi conducta después
                 de la batalla de ayacucho, en que hice a ud. algunas usurpaciones de
                 autoridad; pero no me arrepiento de ello porque estoy justificado por las
                 circunstancias más raras y complicadas. al fin de todo no he hecho ninguna
                 cosa irregular: apenas veo que pude tener un exceso en la concesión de una
                 medalla que ofrecí al ejército; pero como el decreto, aunque lo mandé a ud.
                 desde el cuzco, nunca lo publiqué por recelos (aunque realmente estaba
                 comprometido a darlo) no hay novedad. buenamente pienso que otro en mi
                 posición hubiera hecho más abuso: no sé si se me juzgará de inmoderado.
                    en su última carta me ofrece ud. que aceptando la comisión a lima
                 como plenipotenciario de colombia, y terminando los dos asuntos princi-
                 pales que la formaban, tendría la licencia del Gobierno para irme donde me
                 pareciera: el libertador se ha negado a que reciba aquella comisión que yo
                 había visto con mucho gusto, por mil razones, y quiere que me quede en el
                 alto Perú por mucho tiempo. Para no traicionar a mi corazón diré franca-
                 mente que, por complacer al general bolívar, me he quedado en silencio,
                 sin decir si me quedo o no en este país; pero no está en mis intereses ni en
                 mis deseos, permanecer más tiempo por acá: de un lado temo que se me
                 dé el mando de estos departamentos, y yo aborrezco el mando de pueblos,
                 hasta desesperarme la idea de que se me ocupe con él: de otro, está fuera
                 de mis miras alejarme mucho de Quito donde pienso vivir si el Gobierno
                 me lo permite. calcule ud. si debo estar en vacilaciones sobre lo que haré
                 entre lo que me conviene y mi deber de complacer al libertador.
                    S.e. me ha dicho que ha informado a ud. de todos los decretos de la
                 asamblea general del alto Perú, y de todas las novedades que hay por este
                 país, por buenos aires y el brasil: así nada tengo que añadir. todo marcha,
                 a mi parecer, en un orden regular.
                    en cuanto a nuestro ejército hablo a ud. de oficio: ahora estamos pa-
                 gándolo de sus atrasados, y ya están despachados los oficiales, a los cuales
                 se les ha también equipado brillantemente, además se les van dando sus
                 gratificaciones. a la tropa se le irá pagando y a los que se han ido se les ha
                 entregado en su mano gratificaciones y alcances. los cuerpos están en el




                                          biblioteca ayacucho
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