Page 375 - De mi propia mano
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son las que desempeñan la administración Pública. las juntas calificadoras
                 de quienes hice esta confianza, y que conocían los sujetos y sus aptitudes,
                 habrán escogido los más acreedores a las recompensas del Gobierno; si
                 no, ellas responderán a la patria. Me prometo que no han traicionado su
                 conciencia. creo, señores, que mi manejo en esta importante parte del
                 Gobierno, ha sido el más acertado.
                    la administración de justicia, sin la cual no puede haber sociedad, reci-
                 birá en adelante todas las mejoras de que es susceptible; de ella depende la
                 seguridad de los ciudadanos en sus propiedades y libertad. en cuatro meses,
                 y lleno de atenciones militares, apenas he podido establecer los juzgados, sin
                 embargo, la corte Superior de Justicia, se instaló el 25 de mayo con todas
                 las atribuciones de la ley. es de esperar de la probidad de sus ministros toda
                 justificación; difícilmente llegará el caso de exigirles la responsabilidad de
                 la última ley a que están sujetos. considérese, por otra parte, que de los seis
                 individuos que componen la corte, cuatro son electos diputados  para la
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                 asamblea general, y uno ha desempeñado antes el Ministerio de Justicia en
                 el Río de la Plata; pienso, pues, que mi elección está garantida por el voto
                 público. el inmenso terreno que forma la jurisdicción de esta corte, me ha
                 hecho solicitar el establecimiento de otra en la Paz, que comprenda aquel
                 departamento, el de cochabamba y el gobierno de oruro, mientras la de
                 chuquisaca lo sea para este departamento, Potosí y Santa cruz. Siendo estas
                 cortes de cinco ministros, que no pueden formar sala de revista, el recurso
                 en tercera instancia puede establecerse de un tribunal para otro.
                    No puedo, señores, lisonjearme de haber hecho ningún establecimiento
                 de beneficencia pública, porque el tiempo no me ha permitido este impor-
                 tante servicio, ni mi comisión por el Perú y por colombia era otra, que
                 la de arrancar a los españoles el territorio americano que poseían en esta
                 parte. en cien días cumplí estos deberes en el alto Perú, y os presento
                 vuestra patria sin un enemigo . Me he limitado a recoger los materiales
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                 que faciliten al poder supremo la propagación de la enseñanza pública



                 43. Diputados electos.
                 44. en cien días cumplí estos deberes en el alto Perú: yo os presento vuestra patria sin
                 un enemigo.


                                          biblioteca ayacucho
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