Page 327 - De mi propia mano
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131. MeJoR Que a NiNGuNa PaRte a la habaNa

                 (Del original).


                                                       oruro, a 18 de marzo de 1825

                 a S.e. el general Santander, &., &., &.

                 Mi querido General y amigo:


                 aunque desde el cuzco no escribo a ud. lo he hecho oficialmente de Puno
                 y de la Paz, de manera que siempre he hablado del ejército y de mí para
                 que ud. conozca nuestra situación. Mi última correspondencia de la Paz
                 al salir de allí le habrá impuesto que la división Lara ha ido a descansar
                 en arequipa, y la división Córdova quedó en la Paz. yo he venido para
                 Potosí a terminar la guerra de olañeta con tres batallones del Perú y mil
                 hombres de caballería, todo lo más de hombres peruanos, así suponga ud.
                 cuánto he sentido no traer tropas colombianas, pero están tan cansadas
                 que me pareció una maldad no dejarlas en reposo. esto de olañeta acabará
                 en dos meses sin falta alguna.
                    De oficio he preguntado a ud. qué se hace con este ejército de
                 colombia después que está acabada la guerra del Perú. Si la habana es
                 objeto de colombia podemos ocupar este ejército en tomarla, si es que hay
                 escuadra para proteger la expedición. Sé que a lima están aún llegando
                 tropas colombianas, pero yo no me he encargado sino de las que teníamos
                 aquí a principios de octubre.
                    Si el gobierno de colombia no piensa en la habana o en alguna ex-
                 pedición contra países españoles, verá a qué guarniciones se destinan estos
                 cuerpos. a los puertos del norte pueden ir cuatro batallones cuyos oficiales,
                 sargentos y cabos sean colombianos y entresacaremos todos los soldados
                 peruanos de los prisioneros destinados, de modo que lleve ochocientas
                 plazas cada batallón. tomaremos del mismo modo uno o dos escuadrones.
                 De esta manera el Gobierno puede contar esos cuerpos libres de deserción
                 & y de toda obediencia y realmente muy buena tropa; pero es menester
                 destinarlos a temperamentos un poco sanos porque si no se acabarían.


                                          biblioteca ayacucho
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