Page 305 - De mi propia mano
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                 (Del microfilm).

                                                           huamanga, diciembre 18


                 al señor Gobernador eclesiástico.


                 algunos curas que emigraron al tiempo de ocupar este departamento las
                 tropas libertadoras, volverán sin duda y querrán tal vez reclamar sus curatos
                 alegando algún artículo de la capitulación de ayacucho.
                    la conducta de algunos curas de la diócesis que no sólo han demostra-
                 do por opiniones su aversión al Gobierno de la República, sino que puestos
                 a la cabeza de guerrillas han asesinado nuestros soldados enfermos, han
                 robado los equipajes del ejército y han cometido toda especie de horrores
                 y de males, exige medidas que nos preserven de su influjo pernicioso. así
                 es que no sólo no deberán devolverse los curatos a los que hayan emigrado,
                 sino que V.S. procederá desde luego a separar todos aquellos curas que
                 en la invasión a estas provincias se hayan mostrado enemigos nuestros.
                 encarezco a V.S. tanto esta disposición y la brevedad en tomarla, cuanto que
                 con ella me ahorrará V.S. la intervención en la conducta de estos clérigos
                 malvados, y excusaré así que la mano militar tome venganza de la sangre
                 de nuestros soldados derramada por el influjo de estos asesinos.
                    a la vez debe V.S. proceder a repartir entre estos curas realistas una
                 contribución de 20.000 pesos con qué pagar los equipajes que por su culpa
                 han robado a los oficiales del ejército. esta contribución estará entregada en
                 cajas en veinte días, y los que resistan pagarla se harán traer a esta ciudad
                 para proceder contra ellos con la misma severidad con que se conducen
                 los españoles con los clérigos patriotas.
                    al expresarme con V.S. en los términos que lo hago en esta nota, debo
                 confesar la indignación del ejército contra los que en lugar del ministerio
                 de paz que les mandó Jesucristo han predicado y autorizado en estos días
                 el asesinato y el robo: a un mismo tiempo aseguro a V.S. la veneración de


                                          biblioteca ayacucho
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