Page 188 - De mi propia mano
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en la semana próxima voy a abrir mis comunicaciones con los espa-
ñoles: antes no lo he hecho porque el Gobierno ha pensado, con mucha
razón, que es preciso, si se hace una tregua, tener más terreno dónde man-
tenernos, lo cual se conseguirá con la expedición de Santa cruz y con lo
que a la vez, ocupando al enemigo por sus dos flancos, se les pueden re-
volucionar las provincias pudiendo protegerlas a pretexto de Maracaibo.
Durante cualquiera tregua puede también hacerse venir de chile a inter-
medios la expedición de allí, y caballos, etc. y a la vez tomar recursos para
maniobrar rápidamente. yo dudo mucho conseguir nada de los españoles,
pero al fin se dará este paso que siempre nos honrará en el mundo, porque
buscar la paz teniendo los medios para la guerra, es en cualquiera tiempo
plausible.
ayer se ha resuelto en el congreso, después de ocho días de debates,
que ud. sea llamado por el ejecutivo, instándole por su venida como nece-
saria para salvar al Perú. No sé los términos en que estará concebido el de-
creto, pero yo he tratado de que sea como sea, haya un decreto del cuerpo
legislativo solicitando la venida de ud. para que en todo tiempo aparezca
en el mundo que la colocación de ud. a la cabeza del ejército ha sido por el
voto de los representantes del pueblo, del ejecutivo, del mismo ejército y
de las provincias libres o bien de la parte sana de los ciudadanos; y nunca,
nunca se diga que porque existía aquí una división colombiana. Por esto
hice agitar la resolución estando aquí Santa cruz con el ejército Peruano,
para que tampoco diga nadie que no había tropas peruanas. los congre-
sales amigos nuestros querían que heres se detuviese hasta sancionar las
facultades y la representación o carácter con que ud. debe venir (cuya
noción queda ya hecha); pero como en el congreso todo se hace despacio,
tardarán probablemente otros seis u ocho días y en tanto está adelantando
el paso principal.
el coronel heres dirá a ud. cuántas diligencias hemos hecho para ad-
quirir los estados de fuerza de las divisiones del Perú, chile y buenos aires
y satisfacer los informes que ud. deseaba; muy poco hemos conseguido
porque nada puede averiguarse aquí de buena fe. Santa cruz llegó a de-
cirle a heres que la solicitud de estos estados, etc., era muy sospechosa y
alarmante (cosa que sólo en buen sentido podía contestársele a un medio
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