Page 187 - De mi propia mano
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porque ella no es del todo difícil; antes creo que obrando prudentemente
y con alguna fortuna, se realizará; pero deben contarse entretanto mil fa-
tigas, sufrimientos, trabajos y quizás alguno u otro descalabro, porque los
enemigos tienen buenas tropas y están bien mandados. Si a esto se agrega
que les vengan los tres navíos y dos corbetas españolas, su situación es a la
verdad ventajosa, a lo menos para prolongar la guerra.
a la vez que de chile anuncian la venida de dichos navíos, avisan que
la expedición de 2.000 a 2.500 hombres para intermedios se activaba, de
manera que si, como dicen, salía en mediados de este mes, Santa cruz va
a encontrarse con un cuerpo de 7.000 hombres con qué obrar por aquellas
provincias. Si no viene ahora la tal expedición de chile, vendrá sin duda,
según me asegura el señor campino, estando ud. a la cabeza de los negocios
militares del Perú; y me asegura más este señor, que serán más prontos y
eficaces los auxilios que dará chile. Pese ud. pues, mi general, los bienes
y los males de su venida, entrando por supuesto la situación del norte de
colombia, y resuélvase según sea más conveniente; pero su determinación
exige tal brevedad, cual ha de juzgarse considerando que ya la división de
Santa cruz está en marcha. Respecto de esta división ya dije a ud. en mi
carta anterior los términos en que ud. debe contarla para sus operaciones.
Si ud. no viene aquí es preciso que nos diga por un expreso que vuele
qué es lo que debemos hacer nosotros, estando este ejército sin cabeza y
sin dirección, porque él debe moverse el 20 de junio. ya digo de oficio lo
que pasó en la conferencia que tuve el 11 con el ministro de Guerra, y la
que luego tuve con el Presidente, el Ministro y Santa cruz, sobre que yo
tomase el mando del ejército y la repulsa consiguiente que hice, y la cual
ha tenido varios objetos. el 1 , colocarlos en la necesidad de llamarlo a ud.
o
como la única esperanza del Perú en sus presentes circunstancias. la 2 , no
a
comprometer la división de colombia ni en las discordias de los peruanos
sobre la actual administración, ni ponerla en el caso de abrir la campaña
imprudentemente y sin sus equipos precisos, de cuenta de que siendo yo
el general en jefe no debía aislar la división de Santa cruz; y la 3 porque
a
nada, nada me hará entrar en el mando de un ejército que, compuesto de
materiales tan encontrados, necesita otra mano que la mía para conducirlo
con provecho.
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