Page 118 - De mi propia mano
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las que existen de colombia en lima para haberlas salvado, y salvarla de
                 sus peligros. No exigiré, pues, más, si queremos limitar nuestras miras al
                 interés particular de cada estado, y aun crea V.S. que con pudor presento
                 estas razones a que soy obligado por la conservación del ejército libertador,
                 cuya ruina en ninguna manera puedo permitir, cueste la medida que cos-
                 tare. arreglemos, pues, que en nuestros mutuos peligros sean mutuos los
                 auxilios, y si V.S. no quiere convenir en esto, sea por las órdenes que ha
                 recibido, sea por otro motivo, yo estoy en el caso de reclamar que los mis-
                 mos buques que V.S. me dice vienen a Paita a buscarlo, traigan a su bordo
                 el batallón de Numancia y lo desembarquen en aquel punto. en tanto ni la
                 división de V.S. se retira, ni yo dejaré de ella con la misma libertad con que
                 se dispone en lima de Numancia, y por tanto, continuaré mis operaciones
                 autorizado además por los despachos del excmo. señor Protector, que ha
                 puesto estas tropas a mis órdenes. cuando Guayaquil estuvo a pique de
                 perderse en noviembre, y que yo escribí al gobierno del Perú (y no al bata-
                 llón Numancia) para que viniese este cuerpo a salvar una importante parte
                 del territorio de colombia, y muchas de sus tropas que estaban sobre un
                 inminente peligro, pudo saberse por los jefes, oficiales y tropa del cuerpo,
                 que pudieron marchar a auxiliarnos. la fuerza lo contuvo, aun cuando no
                 era necesario allí en aquel momento; y siendo ahora urgente, necesario,
                 conveniente y comprometida la división de V.e. aquí para seguridad del
                 ejército libertador, el Gobierno de V.S. nos ha manifestado cuál deba
                 ser nuestra medida extrema, porque, repito, que nada me hará consentir
                 en la pérdida del mejor ejército de la República comprometido por una
                 combinación de que tiene conocimiento el gobierno de lima y que sobre
                 ella ha convenido en la campaña. Muy poco hace que yo he recibido del
                 libertador un oficio para S.e. el general San Martín (y no por el coman-
                 dante del batallón de Numancia) pidiendo que este cuerpo sea puesto a
                 mis órdenes para esta campaña, o en su lugar otro de las tropas del Perú,
                 y como mucho antes hubiese tenido el oficio (de que me honro acompañar
                 copia) por el cual S.e. el Protector manifiesta que prefiere la conservación
                 de Numancia a todo otro cuerpo, y también ya estaba concertada nuestra
                 operación, excusé reclamar aquel batallón. Mas, ahora que nuestro peligro
                 es presente, y el de lima está por tener, lo pido a que se me reúna antes


                                           De Mi PRoPia MaNo
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