Page 16 - Al Pie de la Letra
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Al pie de la letra… Aquiles Nazoa
acostarse a rezar la siesta; decir al dar un pésma, que no so-
mos nada; retratarse cabeza con cabeza; clavar arepas detrás
de la puerta entre un casquillo y una penca de sábila para que
no falte el pan; bailar pasodoble viéndose los pies; bañarse en
el mar con zapatos de cuero y finalmente, tener un pisapel de
vidrio con animales o flores metidos dentro.
Quien reúna todos estos objetos y actitudes, está condena-
do a una pava de cien años, según los expertos en la materia.
Expertos que por cierto han inventado una unidad conven-
cional de medición de la pava, que parodiando al kilovatio de
los medidores eléctricos, se denomina el pavovatio.
Insertadas en Caracas física y espiritual, las memorias del
Duque de Rocanegras forman parte, decididamente de la lite-
ratura fantástica. De ninguna otra manera podría calificarse
su excelencia el señor Vito Modesto Franklin, Duque de Ro-
canegras y Príncipe de Austrasia, criatura insólita de la fan-
tasía y del humorismo de la ciudad, en el esplendor físico de
aquella figura y en la atmosfera de leyenda que respiraba su
fascinante personalidad. Fue el personaje más típico por más
de diez años de la Caracas de los años veinte.
Dice Aquiles Nazoa que el Duque de Rocanegras, fue una
estampa humana mitad broma, mitad poesía, parte locura y
parte ensueño. Utilizaba un ropero de su propia creación, en
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