Page 11 - Al Pie de la Letra
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Miyó Vestrini

          respecto, Beroes recuerda que a los veintitantos años, era
          sorprendente su copioso, aunque disperso saber. Y se pre-
          gunta entonces: “¿Cuándo, cómo y en cuáles libros leyó
          Aquiles Nazoa, a los veinte años, la gran literatura espa-
          ñola, la inglesa, la norteamericana y la hispanoamericana?
          Esto sigue siendo para mí un enigma. Podía disertar fácilmen-
          te sobre la poesía, la novela, el ensayo, la crítica, la historia,
          muchas otras cosas, con la misma facilidad de cualquier per-
          sona con una buena formación universitaria. En suma, es
          uno de los autodidactas más inteligentes y más capaces
          que yo he conocido”.

            Quizá esta misma condición de autodidacta, determinó en
          parte el carácter de Aquiles Nazoa. Orgulloso y modesto al
          mismo tiempo, despreció siempre los honores, el prestigio
          fácil, la adulancia, características frecuentes de nuestro me-
          dio intelectual. Pedro Beroes, con gran lucidez, recuerda que
          Aquiles Nazoa fue siempre un hombre indefenso en la vida,
          porque nadie le perdonó nunca su inmenso talento.

            “En Venezuela ‒dice Beroes‒ ésta es una triste y dolorosa
          verdad. El talento en los hombres honestos es una tremenda
          desdicha. Constituye una especie de impedimento con el cual
          no se puede entrar a parte alguna. Entre nosotros, que no so-
          mos blancos, ni nos entendemos, una de las cosas más difíci-
          les de perdonar es el talento. Si alguien comprendió esto muy

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