Page 800 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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798 Omar HurtadO rayugsen
seleccionados por elección popular y precisa que las relaciones con el
papado se establecerían cuando hubiese circunstancias favorables.
Las vicisitudes experimentadas por la neonata república nos han per-
mitido avanzar que esta parecía una montaña rusa. Caracterizada por
vertiginosas subidas, que eran equivalentes a los rutilantes triunfos al-
canzados por la causa patriota y con abruptas bajadas que se equipara-
ban con las estrepitosas derrotas que sufrían las tropas nacionales. Con
derivadas de esa alternancia, que ha recibido múltiples interpretaciones
en las más de veinte décadas que nos separan, cronológicamente, de
ellas, arribamos a la conclusión del año dieciocho y nos encontramos
con que de la segunda república no quedan ni vestigios. El Libertador
aparece en esta oportunidad como el dirigente que ya tiene claro cuál es
su papel, para poder materializar el proyecto que ha venido concibien-
do, dese sus iniciales escarceos dentro de la causa a la que se ha con-
sagrado. De esta manera lo expresó en una proclama que dirigió a los
habitantes del Río de la Plata, el 12 de junio de 1818, desde el Cuartel
General de Angostura:
Vuestros hermanos de Venezuela han seguido con vosotros la
gloriosa carrera que desde el 19 de abril de 1810 ha hecho reco-
brar a la América la existencia política de que la habían privado
los tiranos de España… Solo la fatalidad anexa a Venezuela, la
ha hecho sucumbir dos veces, y su tercer periodo se disputa con
un encarnizamiento de que únicamente nuestra historia sumi-
nistra ejemplos. Ocho años de combates, de sacrificios y de rui-
nas han dado a nuestra patria el derecho de igualarse a la vuestra,
aunque infinitamente más espléndida y dichosa .
15
En la parte final del citado año, las previsiones del Comandante Su-
premo comenzaron a visualizarse con una destacable sincronía. Como
[15]_ Bolívar, Simón. (1818) “Proclama dirigida a los habitantes del Río de la Plata”
en Doctrina del Libertador, pp. 97 y 98.