Page 702 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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700 Héctor Padrón
embarcaciones de la causa independentista. Aquella noche fue el propio
Bolívar quien estuvo inmerso en una de estas operaciones, viéndose for-
zado él y sus hombres a huir hacia la laguna y sumergirse hasta el ama-
necer en sus aguas frías y pobladas de fauna peligrosa, aguardando a que
pasara el riesgo de la captura por el enemigo. Al entrar el siguiente día, y
aún con el cielo desgranándose, llegó la fiebre a martillar la quebradiza
salud de Simón, quién como un loco comenzó a hablarle a sus oficiales,
les habló de marchas y contramarchas, cruzar montes y ríos, derrotar
al enemigo y subir hasta el techo de los cielos encontrando la gloria…
“en pocos días —dijo Bolívar— rendiremos Angostura, liberaremos a
la Nueva Granada, regresaremos para arrojar al enemigo de Venezuela
y daremos nacimiento a Colombia, luego cruzaremos los Andes y llega-
remos al Perú izando nuestros pendones victoriosos…”. Sus oficiales, al
escuchar tales extravagancias, le creyeron fuera de sí por la fiebre que le
quemaba el cuerpo por dentro. No imaginaron que los fogonazos que
atravesaban los pensamientos de aquel loco en poco tiempo se converti-
rían en realidad palpable. De lo demás se ha encargado la historia hecha
por los pueblos, historia que ningún imperio ni oligarquía podrá jamás
borrar o deformar por siempre.
Aquel hombre estaba invadido de una hermosa desesperación. Venía
de años de guerra ardiente y revolución trepidante, una lucha que pare-
cía interminable contra descomunales fuerzas. Su piel estaba quemada
por el sol y pegada a los músculos. El viento, las montañas, el mar y las
llanuras le habían enseñado sus azares y riesgos, pero no habían logrado
apagar lo iluminado de las convicciones que impulsaban su breve cuer-
po de casi treinta y cuatro años.
Había dejado atrás al joven caraqueño que asistió a los bailes de la
corte de Madrid, el mismo que en París presenció la autocoronación de
Napoleón; ya no era, no podía ser nunca más, el oligarca de San Mateo