Page 58 - Andrés Eloy Blanco para niñas y niños
P. 58
Pero en vano buscaron prenderle,
porque huía de todos los hombres,
porque aquel era el pájaro libre,
conspirador del cielo,
agitador de sus alas veloces,
un fugaz ruiseñor de los campos
con canto de flecha mojada en los bosques
y a su grito, la voz de los libres
entró en el Castillo de los Ruiseñores.
(Giraluna, 1955)
58