Page 57 - Andrés Eloy Blanco para niñas y niños
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Y así fue que al llegar al Castillo
sacudía de espanto a los hombres
la visión de los pájaros mudos
sobre el ancho rumor de los bosques.
Y los días pasaban; los días,
mudos, como noches,
¡cuando, un día, estalló con el alba,
la sorpresa de un canto en las torres!
En tropel recorrieron las jaulas
los callados guardianes del orden
para ver quien rompía el silencio
y arrancar con la lengua las voces.
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