Page 353 - Todo César: Panorama de vida y obra
P. 353

352 Esa espiga sembrada en Carabobo


                ¡Mírame bien, Bolívar!                                               (Suenan tambores)
                ¡Y mira junto a mí el batallón sonoro
                de comandantes bravos que junto a tus guerreros                       ¡Renazco en esta hora de fiebre y rebeliones!
                con bramidos terrestres, combatirán mañana!                           ¡Y está con sus legiones en tu ejército armado
                                                                                      Miguel, el de Buría, un negro siempre alzado!
               (Resuenan las maracas y flautas de carrizo, guaruras y tambores)
                                                                                      Coro:
                Voz: (Guaicaipuro)                                                    ¡Presente estás, Miguel, sin hierros y sin penas!
                ¡Urquía y Apacuana! ¡Chicuramay! ¡Baruta!                             ¡Presente estás, Miguel, muertas tus cadenas!
                ¡Curicurián! ¡Yoraco! ¡Tiuna! ¡Sorocaima!
                ¡Tapiaracai, ardiente! ¡Yaracuy, el osado!                           (Golpean de nuevo las minas y curbetas. Se oye otra Voz lejos)
                Tras ellos van sus huestes que convocan ahora,
                sus dolores, sus huesos, para decirte, hermano:                       Voz:
                                                                                      ¡Patria!
                Que en tu mirada quede, junto con la victoria,
                el eco de un mandato: ¡no han de retornar                            (Suena rápido un redoblante)
                a esta tierra, Bolívar, otros conquistadores...!
                ¡Y si lo hicieran alza junto con las macanas                          Oficial I: (Hacia el fondo)
                y tu inmensa llamada.                                                 ¡Juan Francisco de León, ¿qué dice tu estatura a este campo incendiado?
                Relámpagos de pueblos y un huracán de espadas!
                                                                                     (El redoblante vuelve a sonar: una luz brillante cae sobre el tambor. Casi de él brota
                Coro:                                                                la Voz)
                ¡Y un huracán de espadas!
                                                                                      VOZ:
               (Óyense gritos confusos que se van esfumando, luego irrumpe un violento golpe de   En Panaquire dije
               tambor redondo. Una luz verde cae sobre el tronco. Se oye lejana, otra Voz)  una palabra: ¡Patria! Y desde entonces ella,
                                                                                      entre ortigas y vidrios, su aurora ha procurado.
                Voz:                                                                  ¡Hoy miro cómo baja la cólera del pueblo
                ¡Yo vengo de Buría! ¡Del socavón minero!                              sobre rojos fragores de llamas desatadas,
                Apenas soy Miguel, ¡Un negro de piel dura                             para darle laureles a este campo sagrado!
                y corazón tatuado! ¡Las curbetas oyeron                               ¡En el pueblo estoy yo: un hombre que ha soñado!
                templar mis arrebatos y una lanza empuñé                             (Redobla ahora un timbal. Contra él gritan Voces lejanas)
                para romper cadenas y sacudir la noche
                total que me cercaba! ¡Mirando el resplandor                          Voces:
                de mis propias hogueras caí sobre raíces                              ¡Airóoo! ¡Chirino! ¡Airóoo!
                y suelos flagelados! Mas tu voz me ha llamado...
   348   349   350   351   352   353   354   355   356   357   358