Page 271 - Todo César: Panorama de vida y obra
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270 Cálamo, décimas y glosas
El destino solo en ti; Señor sin oro y sin bridas;
tú solo con tu destino; espiga dulce y creciente
solitario en tu camino, cuyo trigo fluye ardiente
solo, que solo te vi. por invisibles heridas.
¿Por qué solitario, di? ¡Capitán de conmovidas
−Sombras que amé van conmigo huestes que apuran tormentos!
altas de amoroso abrigo− ¡Casa de nobles cimientos!
¡Qué solitario te ves! ¡Andariego alucinado
−¡Pero al norte de mis pies de corazón desplegado
ellas me dan de su trigo!− a la rosa de los vientos!