Page 377 - Sencillamente Aquiles
P. 377
aquiles nazoa
se metió en nuestro jardín
y el precio de tal abuso
fue que tu padre le puso
de cachucha el bandolín?
Pues si es el mismo, Julieta,
hazle saber que si pasa
va a salir ya de esta casa
como un tiro de escopeta.
Pero el tercio logra entrar
y hacia Julieta echa a andar
como presa de un hechizo,
sin importarle un carrizo
lo que le pueda pasar.
julieta:
(¡Qué distinguido, qué fino,
qué formas tan sugerentes!
¡Sobre todo, por los dientes
parece un mismo cochino!)
(A Romeo): ¿Cómo osáis, caballero,
violar el recinto austero
que mi existencia cobija,
sabiendo que soy la hija
de un padre tan capachero?
¿Es que ignoráis, voto a tal,
que en el pueblo de Verona
lo que no acaba en chirona
termina en el hospital?
377