Page 274 - Escritos de ayer y hoy
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imperial en suelo ecuatoriano, realizada por el Gobierno títere
            de Colombia y dirigida a romper el proceso de integración
            que avanza en la América Latina. Solo que en el caso de la
            América mestiza –pese a que está a la ofensiva a escala plane-
            tario– perdió la iniciativa política y esa tendencia se va a seguir
            desarrollando en los próximos tiempos. En primer lugar, por la
            profunda crisis que vive el sistema capitalista en todo el mundo
            y, en segundo lugar, por las serias dificultades de la economía
            estadounidense, que transita velozmente hacia una crisis rece-
            siva. En estas condiciones, también hay una lucha encarnizada
            entre las principales potencias imperialistas del planeta por el
            control de mercados, fuentes de materias primas y fuerza de
            trabajo barata, a la cual están concurriendo entusiastamente las
            economías de China, Rusia e India, entre otras. Es la lucha por
            la hegemonía en el campo del imperialismo.
               Es claro que EE. UU. sigue siendo la potencia hegemónica
            del imperialismo en el mundo, apoyada fundamentalmente en
            su poderío militar e influencia política, que la convierte en la
            potencia gendarme del capitalismo mundial. Pero no la tiene
            fácil. La crisis recesiva a la que se aproxima ya está afectando
            seriamente a la clase trabajadora, a las minorías étnicas y a los
            inmigrantes que habitan en esa nación, creando una situación
            social potencialmente explosiva, que no se ha desarrollado, en-
            tre otras cosas, por el escaso grado de conciencia de la clase
            trabajadora de EE. UU. –beneficiaria de la plusvalía que sus pa-
            tronos extraen a la clase obrera de otras partes del planeta– y
            por la intensificación del carácter represivo del Estado estadou-
            nidense, incrementado después del 11 de septiembre de 2001.
               La recesión de la economía de Estados Unidos de
            Norteamérica va a afectar nuestras economías, pero sobre todo
            aquellas que han firmado tratados de libre comercio con ese
            país. Es así que el imperialismo estadounidense, desde los pri-
            meros momentos del siglo xxi, ha definido aún más su carácter

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