Page 58 - Entre suenos y rochelas. Poemas y otros escritos
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Le vengo a proponer un negocito:
ayúdeme a sembrar mi conuquito
y al usted terminar, le pagaré.
Sembraron completico aquel tierrero
Tío Tigre, la Gallina y Don Ruperto.
Gallina fue cerrar aquel acuerdo
y que el conejo le diera su dinero.
Tún tún, hizo la puerta que sonó:
—¿Quién es? –dijo el conejo con voz fina.
—¿Soy yo, su buena socia la Gallina
y vengo por lo que me prometió.
—Adelante gallinita, pase usted,
ya le traigo el dinero de la oferta.
Y en eso se volvió a sentir la puerta
y el conejo repitió: —¿Quién es?
—Soy yo, dijo el Tío Tigre –Fortachón.
—¡Dios mío! –gritó espantada, la gallina:
—Escóndame, o ese bicho me asesina.
Y el conejo la escondió dentro’un cajón.
—Adelante Tío Tigre, pase usted,
ya le traigo el dinero de la oferta.
Y en eso, se volvió a sentir la puerta
y el conejo repitió: —¿Quién es?
—Soy yo Tiíto Conejo, Don Ruperto,
—¡Escóndame! –dijo el tigre–. Por favor.
—Pues venga, y métase en este cajón,
Antes que el don lo deje más que muerto.
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