Page 46 - Entre suenos y rochelas. Poemas y otros escritos
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que lleve ese nombre;
músico, además”.
Llegado el momento
de aquella velada,
Ignacio y su amada
celebran contentos,
cuando a ese aposento
de ambiente exquisito,
lo sorprende un grito
que los desconcerta,
pues se oye en la puerta:
“¡Llegó el musiquito!”
Cuando en la reunión
se presenta el bardo,
Paula siente un dardo
en su corazón
y aquella emoción
Ignacio la siente,
se dice: ¡detente!
Pero de inmediato
voltea y ve a Torcuato
pelándole el diente.
Ignacio respira
mirando hacia el cielo:
“Otra vez los celos
contra mí conspiran”.
A su novia mira
y le dice al rato:
“Se llama Torcuato
que nombre tan feo,
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