Page 18 - Entre suenos y rochelas. Poemas y otros escritos
P. 18
Prepárase el conejo con gran brillo,
con aires de grandeza e imponente,
a leer algunos versos, casualmente
dejados por error en su bolsillo:
“Etéreo sueño danza en mi memoria,
divino ensalzamiento culinario;
el néctar de mi esencia, prioritario,
savia de mi existencia, de mi istoria.
Justas delicatesen, gustos varios:
Manjares, ¡Oh, divinas sanahorias!”
Atónito, el sapito le responde:
—Qué hermoso mi señor, lo felicito.
Permítame el placer de ver su escrito,
¿qué pasa, mi señor, por qué lo esconde?
No tuvo otra salida, Don Conejo
y dióle al sapito lo que quería
y el sapo dijo: —Creo no estar tan lejos
de poder igualar su poesía.
Mientras que Don Conejo se reía
nervioso, por aquel humilde anuro,
este con gran paciencia le escribía
y supo contestarle sin apuros:
“Paréceme una idea perentoria
cortar la vanidad que lo engrandece
y el ímpetu con que se vanagloria,
porque su ortografía me entristece.
18