Page 148 - Entre suenos y rochelas. Poemas y otros escritos
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su amor, su fiel compañero,
pa’ que le saque un uñero
mientras que llega el camión.
Bajo aquel sol que taladra
y de compasión no entiende,
la cola pica y se extiende
y ya van más de dos cuadras.
Todo el barrio se desmadra
por hallar una sombrita,
unos hablan, otros gritan
otros rezan porque lleguen,
y no ven la hora que entreguen
aquellas cajas benditas.
Vendedores por montones
salieron de todos lados
y ofrecen: chupeta, helados,
empanadas y tostones.
No faltan niños y dones
solicitando rebajas;
se oye a un gocho que se faja
gritándole a la clientela:
—Tómese un agua ‘e panela
mientras que llegan las cajas.
Ante un fiero calorón
y al toque de una corneta,
la Jefa de Calle espeta:
—Señores, llegó el camión.
Y se arma aquel vaporón,
carreras de esquina a esquina
y le dice una vecina
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