Page 135 - De mi propia mano
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otro viniere a conservar esta decisión que yo he podido formarle a costa de
                 tanto trabajo y de tanta incomodidad. temo, mi amigo, que mi falta de luces
                 para gobernar pueblos me haga cometer errores. ud. sabe que yo estoy desde
                 la edad de trece años en un cuartel, y que nada sé de las materias que a cada
                 paso van a presentárseme. Mucho, mucho se lo dije al libertador, pero él
                 insistió en que yo mandase un país que manifestaba alguna deferencia por
                 mí. haré lo que uds. quieran.
                    Vamos a un asunto particular. yo tengo un tío en caracas, hombre de
                 muy buen talento, de una probidad ejemplar, de mucho juicio y de conoci-
                 mientos en el ramo de hacienda en que se ha criado. ha sido desgraciado
                 en su carrera y parece que ni aun ahora quiere la fortuna verlo. tiene doce
                 hijos, y él con su familia perece. Soublette le ha ofrecido la administración
                 de tabacos de cumaná; pero como aquel país le sea muy funesto a su salud,
                 él pretende la contaduría de caracas o la administración de tabacos de
                 caracas, como verá ud. por la adjunta carta. la confianza que ud. me ha
                 dispensado y mi distinción a este tío que es el que más he amado porque es
                 el que casi me ha educado, hacen que yo tome la libertad de recomendar a
                 ud. su solicitud. entre mi vergüenza por molestar a ud. y la consideración
                 de que ud. tomará mi paso como un acto de deber, y podremos decir de
                 virtud, yo he podido resolverme a interponer su autoridad en favor de este
                 hombre desgraciado. creo que no saldré mal.
                    adiós, mi amado amigo; a los pies de la señora su hermana, mil cari-
                 ños a las amiguitas, saludos a los amigos y a ud. el afecto de su apreciado
                 compañero.


                                                                             Sucre

                    P.D. Pérez me ha dejado aquí un libramiento contra ud. de 200 pesos
                 por cuenta de sus sueldos, los cuales yo le he suplido porque estaba escaso.
                 Si puedo disponer de ellos yo deseara que ud. me hiciera venir por Panamá,
                 de Jamaica, una espada coronela, vaina de acero, un par de charreteras y
                 trenzas para un dolmán. algún amigo de ud. que lo mandara de Jamaica
                 a Panamá y el Gobernador de allí lo remitiría a Guayaquil a don Manuel
                 luzarraga. agradecería mucho esto.


                                          biblioteca ayacucho
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