Page 329 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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Mis ideas de irme a Europa y los Estados Unidos se avivan
cada vez más. Yo reconozco que necesito de un viaje, y mi actual
posición me proporcionaría agrado que en otra época no habría
tenido: puedo ganar mucho en ilustración, relaciones, cultura, y
aún reputación, y quizás con esas ganancias podré presentarme
de candidato a la presidencia el año de 30; con lo que logro
estos objetos: 1º emplear en bien de mi patria los conocimien-
tos y conexiones que adquiera: 2º gozar del prestigio altamente
glorioso de ser el inmediato sucesor de usted; 3º conservar en el
gobierno el espíritu y política de usted; 4º tener algún influjo en
la futura convención nacional, que es en mi opinión el verda-
dero estado de crisis de la república. Vistos detenidamente estos
designios creo que usted hallará en ellos conciliados la felicidad
de Colombia y mi propio bien. ¿Cree usted positivamente este
resultado? .
43
Otra muestra de la necesidad que tenía Santander para prestigiar
su nombre, se puede descubrir en la carta enviada al expresidente Ja-
mes Monroe, no por las formalidades que le comunica, sino por una
[43]_ Ibidem, pp. 311-317. En p. 386 podemos leer una muestra de lo que pudiera
llamarse fascinación paradigmática que sentía Santander por el Libertador. En car-
ta que le envió el 21 de noviembre de 1825 desde Bogotá, después de comentarle
asuntos de política interna e internacional, le decía algunas frases más que elogiosas:
“…A propósito de asamblea, verá usted en nuestra Gaceta de ayer la hermosa carta
de Lafayette a usted. A mí me ha gustado mucho esta carta, porque trata a usted de
un modo eminentemente honroso, le hace infinita justicia, y no usa de expresiones
ni de pensamientos manoseados. Washington se ha quedado atrás, aunque tuvo la
gloria de haber sido primero que usted libertador de su patria; pero no pudo crear tres
repúblicas como usted las ha creado, rodeado de inmensas dificultades, y desprovisto
de medios, sin contar con que toda la América ha asegurado su suerte con los sucesos
preparados y concluidos por usted. Esta no es opinión mía exclusivamente; muchos
hombres pensadores creen lo mismo en América y Europa”. Esa suerte de sugestión
la mantuvo hasta cuando Bolívar actuó contra la elevación de poder que permitía al
entonces vicepresidente, mirar la pasmosa personalidad del genial guerrero caraqueño.