Page 87 - Todo César: Panorama de vida y obra
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Esta ciudad de humo emponzoñado (…)
y extraños escorpiones detenidos
en todas las ventanas y las puertas; Y yo te aspiraré bajo las hierbas,
cuya alma se requema con petróleos o en las raíces de tus apamates,
y equívocos metales febricentes, o llegaré hasta ti sobre las lluvias
de aristas alevosas y heridoras... que bajan desde el este a refrescarte.
¡Ya no es mi ciudad! ¡Y miraré tu luz de espiga nueva,
¡Ni siquiera ha de ser y otra paz abriéndose en tus puertas!
la ciudad de los otros!
(…)
(…)
[“Mi ciudad”, de Poemas, 1968-1978]
Pero has de renacer alguna vez,
cuerpo sin muros y con esperanzas;
y han de retornar tus cabañuelas...
y el verde casi azul de tus sauces.
Y has de copiarte en las miradas limpias
de otros hijos que sueñen y que te canten
y pongan ramos sobre tus crepúsculos
y versos puros en tus madrugadas.