Page 124 - Historias mínimas de la Carta Magna
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DUENDECILLOS




                    Los traviesos duendes de los viejos talleres de impre-
             sión desaparecieron en el ciberespacio, ahuyentados por las
             nuevas tecnologías de la información, como en su tiempo
             la llegada de la luz eléctrica acabó con muertos resucitados,
             aparecidos y espantos. Sin embargo, siempre quedan por allí
             algunas almas en pena. En el arduo debate sobre la declara-
             toria de una posible emergencia nacional, el 12 de agosto de
             1999, el constituyente Guillermo García Ponce advirtió que
             “dentro de la Asamblea existe un duendecillo que constante-
             mente los obliga al error”. Se refería a que a veces les entre-
             gan un documento y en la plenaria aparece otro, corregido o
             enmendado. Alguien -¿el duendecillo?- donde decía “reor-
      H i s t o r i a s   m i n i m a s  de La Carta Magna  yente, el duendecillo denunciado por García Ponce seguiría
             ganización” pone “emergencia” y entonces se arman las sam-
             pableras semánticas. A lo largo de todo el proceso constitu-

             haciendo de las suyas. P.ej: donde decía “oficiales generales”,
             cambiaba el sentido con una simple coma: “oficiales, genera-
             les”. Se llegó a hablar incluso de tres constituciones distintas,
             pero en honor a la verdad, esos duendes no llegaron a tanto,




    124      aunque lo intentaron.
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