Page 135 - Entre suenos y rochelas. Poemas y otros escritos
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III
              Te las servía al instante
              y había picante hasta pa’ llevar
              y por no haber servilletas,
              no extrañes que te las meta
              en una bolsita de Harina Pan.


              IV
              Las de queso, las de pollo,
              y las de mechada, que rica son,
              decían todos en la escuela,
              aunque toda la clientela
              siempre pedía las de cazón.


              V
              Qué empanadas tan divinas
              decía Chapina y me hacía reír
              y del recuerdo me alegro
              cuando mandaban al Negro,
              quien con su tono solía decir:

              “Señoda Deyna, mandó a decí’ mi mamita,
              que le mande dos empanaditas de calne,
              que si no tiene de calne que se las mande de catón”.

              VI
              No existe una más sabrosa
              y sepa una cosa que es la verdad,
              en Caracas o donde quiera,
              mi vieja carupanera,
              esa es la Reina de la Empaná’.






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