Page 3 - En Apure las fuerzas populares derrotaron la poderosa maquinaria militar del imperio
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1819 BICENTENARIO DE LAS QUESERAS DEL MEDIO 2019
Boletín especial Memorias de Venezuela
La letal maniobra José Antonio Páez
del “vuelvan caras” ACE EN CURPA, estado Portuguesa, el 13
Nde junio de 1790. Protagonista indiscutible
de la guerra de emancipación venezolana, tres
veces presidente de la República, fue uno de los
primeros propulsores de la Venezuela republica-
na, luego de la separación de la Gran Colombia, y
uno de los terratenientes más influyentes y acau-
dalados del país después de 1830. Cursó sus
primeras letras bajo la tutela de Gregoria Díaz en
Guama y se dedicó al comercio junto a su cuña-
do Bernardo Fernández.
En una ocasión, al ser asaltado por cuatro su-
jetos, Páez, con apenas 17 años, dio muerte a
uno de ellos, tras lo cual se convirtió en fugiti-
vo, internándose en los llanos de Apure. Ingresó
como peón en el hato La Calzada, propiedad de
Manuel Antonio Pulido. Allí se empaparía en las
destrezas de la ganadería y en todos los oficios
del hombre del llano.
En 1809 contrajo matrimonio con Dominga
Ortiz en Canaguá, estado Mérida. Su patrimonio
incluía algunas reses y caballos. A partir de 1810,
Páez participó en el escuadrón de caballería de
Ilustración de Vargas, 2018 Manuel Antonio Pulido. Entre los azares de la caí-
da de la Primera República y el restablecimiento
de la Segunda República en 1813, se decidió por
la causa patriota. Tuvo gran ascendencia en las
tropas llaneras. Su primera acción fue en Barinas
aquel año, en el combate de las Matas Guerre-
LA FRASE ¡VUELVAN CARAS!, entendida nos cargaba, como era de esperar, lo hicie- reñas; recibió gracias a su victoria la distinción
como grito de guerra, corresponde a una ra confiada en su número, más que doble del de capitán. Tres años más tarde sumaría impor-
creación literaria atribuida a Páez por Eduardo nuestro, las dos columnas de retaguardia se tantes victorias para el bando republicano, y se
Blanco en su obra clásica Venezuela heroica, pusieran al trote y pasaran por entre las dos autoproclamó jefe de los cuerpos militares de
publicada por primera vez en 1881. El autor de delante: que entonces estas volvieran ca- Apure. Desde entonces en los llanos se le em-
caraqueño recrea la escena de esta manera: ras una á la derecha y otra á la izquierda y pezó a conocer como el “Taita” o el “Catire”. En
“Un grito agudo resuena de improviso do- luego que las dos de atrás ejecutaran la mis- enero de 1818, reconoció la autoridad de Simón
minando el estrépito; grito imperioso y breve, ma evolución para cargar de frente al enemi- Bolívar como jefe de la causa independentista. El
que encierra orden terrible. La da Páez: todos go que no debía esperar tan repentina vuelta caraqueño lo nombró general de división a prin-
la oyen, y simultáneamente la obedecen los á la ofensiva. (Autobiografía del General José cipios de 1819, año en el cual obtuvo la victoria
suyos con la pasmosa rapidez del rayo. (Vene- Antonio Páez. Nueva York. Imprenta de Hallet descollante en Las Queseras del Medio.
zuela Heroica. Imprenta Sanz, 1881 p. 119.)”. y Breen, 1867. Vol. I. p. 177.)”. Luego del triunfo de Carabobo, el 24 de junio
Más allá de si en verdad Páez dio ese grito Más adelante, cuando describe los hechos de 1821, recibió de manos del Libertador el tí-
en medio de la sabana, lo cierto es que la en Las Queseras del Medio, apunta: tulo de general en jefe en el campo de batalla.
maniobra de volver caras fue una táctica em- “…le dije [a Bolívar] que si él me permitía pa- En 1826, como jefe civil y militar de Venezuela,
pleada de forma habitual por él y la caballería sar el río con un corto número de los míos, yo lideró el movimiento separatista de la Gran Co-
llanera durante sus enfrentamientos con las con mi táctica habitual atraería á los realistas lombia, conocido como La Cosiata. Luego de la
fuerzas de Morillo a principios de 1819. En su hasta frente al lugar en donde estábamos, y si definitiva separación grancolombina, fue nom-
Autobiografía, al narrar uno de sus encuen- él emboscaba en las orillas del río las compa- brado presidente de Venezuela en 1830. Inició
tros con las tropas del jefe realista Francisco ñías de granaderos y cazadores con toda su entonces su larga carrera política. Su último hito
Tomás Morales, el Centauro da detalles del artillería, podríamos dar un buen golpe á los importante fue en 1861, cuando se autoprocla-
ataque en retaguardia: españoles; pues, cuando les tuviéramos en el mó dictador. Desterrado del país en 1863, José
“…entonces organicé mis ochocientos punto citado, yo cargaría de frente al mismo Antonio Páez murió en Nueva York el 6 de mayo
hombres en cuatro columnas paralelas, for- tiempo que las fuerzas emboscadas atacasen de 1873.
mando un cuadrado, y me puse en retirada de flanco. (Ibídem. p. 181.)”.
con orden de que si la caballería enemiga Memorias de Venezuela, N 20
o
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