Page 12 - Venezuela se respeta
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        ¡VENEZUELA se respeta!


        extraordinaria bibliografía que nos      Jamás conducta  ha sido más infame   vanas, sepamos bien lo que debemos
        permitiría profundizar en el pensamiento   que la de los norteamericanos con   hacer y lo que debemos parecer.
        bolivariano  antiimperialista.  Simón    nosotros, ya ven decidida la suerte de

        Bolívar en 1820 le escribe por ejemplo a   las  cosas,  y con  protestas  y ofertas,   Termina la cita de Bolívar. Pero
        José Tomás Revenga. ¡1820! Ni siquiera   quién sabe si falsas, nos quieren  más  tarde,  eso  fue  en  1820,  repito
        había ocurrido la Batalla de Carabobo.   lisonjear para intimar a los españoles y  compatriotas, en 1825, desde Potosí,
        Acababa de ocurrir Boyacá y era libre    hacerles entrar en sus intereses.  allá bien arriba, altota la montaña como

        la Nueva Granada, pero aún Venezuela     El secreto del presidente de los Estados  cantaba Alí Primera, en el frío del Potosí,
        estaba bajo el yugo español y casi toda   Unidos es admirable, es un chisme  después de haber libertado el Perú
        la América del Sur. Bolívar, le escribe a   contra los ingleses, que lo reviste con  y estaba en plena creación la Bolivia
        su secretario general, y quien más tarde   los velos del misterio para hacernos  hermana, estaba Bolívar allá con el

        fue ministro de Relaciones Exteriores    valer como servicio lo que en efecto fue  Mariscal de América, así que propongo
        y ministro de Hacienda de la Gran        un buscapié para la España.      que llamemos desde hoy al Mariscal
        Colombia, José Rafael Revenga —José      No ignorando los norteamericanos que  Sucre —porque le queda pequeño el
        Tomás Revenga—, lo siguiente, cito, leo,   con respecto a ellos los intereses de  gran nombre de Ayacucho— Sucre

        a Bolívar, dice Bolívar:                 Inglaterra  y  España  están  ligados.  No  es el Mariscal de América, Antonio
                                                 nos dejemos alucinar con apariencias  José de Sucre; estaba por allá con
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