Page 169 - Venezuela esperanza de la humanidad
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Paula KlachKo
nombrados juntan 3.840 millones de personas. Gobier-
nos que representan a la mitad de la población mun-
dial. Lo que de todas maneras no significa que toda esa
población apoye a esos gobiernos y sus reconocimientos
electorales de terceros países, al igual que tampoco sig-
nifica que la población de los países gobernados por EE.
UU. no apoye a la revolución bolivariana, o al menos no
reconozca la seriedad de sus mecanismos democráticos.
Mucho más democráticos que los de sus propios países.
Pero Venezuela, además, no necesita ese reconocimien-
to. Sino solo el de su pueblo.
La múltiple vara de su “democratómetro” no mide
para nada aquellos gobiernos de países aliados como la
monarquía hereditaria y sanguinolienta de Arabia Sau-
dita, primer país visitado por Trump luego de asumir
como presidente de los EE. UU.
Por otra parte en un renovado ejercicio neocolonial,
desde el decreto de Obama declarando a Venezuela
como “amenaza inusual y extraordinaria para los EE.
UU.” se vienen profundizando las sanciones desde el
comando central del capitalismo financiero hacia todo
el sistema bancario internacional (hay miles de millones
de dólares de Venezuela bloqueados en bancos euro-
peos destinados a traer medicinas y alimentos), que le
impide o traba a Venezuela comerciar hasta con bancos
de sus aliados comerciales como China y Rusia, le im-
pide pagar parte de su deuda y colocar bonos, recibir
pagos por sus ventas de petróleo a EE. UU., además las
vienen implementando esos gobiernos lacayos de la UE,
Canadá, lo intentó Panamá y ahora también México. Y
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