¡Aiam gran magician!
¿Qué iba a ocurrir si aquella mano golpeaba de veras la figura electrizada,
magnética y llena de sangre de aquel ser de otro mundo, detrás del cual
rugían en usinas mecánicas las máquinas más ensordecedoras, los antros
de hierro y fuego?
¡observen plis!
Bang!
¡Gua!
¡AGARRA!