Page 497 - De mi propia mano
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Nada digo a ud. del Perú, porque ud. sabrá lo que pasa allí con
anticipación de dos meses a mis noticias. los papeles de lima desenca-
denados en injurias contra ud. lo están ya contra mí, sin que jamás me
haya yo metido en sus negocios después de ayacucho. Por supuesto que
los desprecio, tanto como a ingratos, como a canallas. Sé que la gente
sana del Perú y los propietarios están siempre agradecidos y condenan
la innoble y vil conducta de la facción que, apoderada del gobierno, se
expresa tan ultrajante a sus libertadores. creo que en junio o julio, debe
haber allí grandes alborotos; y casi aseguraría que si los propietarios del
Perú contasen con la vuelta de ud. harían una reacción, y breve. opino
que ud. debe dejar el Perú entregado a su propia suerte. hoy sufrirá el
peso de los demagogos hambrientos, apoderados de la administración;
pero se sacudirá luego, y la parte sana tomará el gobierno. Supongo que
ud. desprecie a los escritores de lima; el que más, tiene algún sueldecito
de Vidaurre para escribir y este loco es el que más se ocupa de injuriar-
nos. De bolivia aseguro que hay la más perfecta tranquilidad. No veo por
ninguna parte el menor asomo de desorden. Sin embargo, no respondo
de la conservación de este estado de cosas. bolivia enclavada entre tantos
enemigos y rodeada de un fuego revolucionario debe incendiarse en él.
lo contrario sería un milagro, y este no es tiempo de milagros. Más antes,
más después, debemos esperar novedades; los vecinos no cesan en sus
gestiones, y ellas harán por fin su efecto. esto lo digo cuando por ninguna
parte observo el menor síntoma de rebelión.
No sé de buenos aires nada más, sino que después de la victoria de los
argentinos del 20 de febrero los asuntos interiores han tomado más mal aspec-
to. los ánimos se agitan más y más. las provincias han rechazado, la mayoría
de ellas, la constitución. en fin todo va mal. esta américa es un caos.
Pienso, a pesar de este mal estado de cosas, insistir en la federación de
bolivia, chile y República argentina. Voy a trabajar siempre sobre esto,
porque lo considero un bien para la américa contra los desórdenes y las
facciones. No sé cómo saldré; sé, sí, que llevo en ello la mejor intención y
un sentimiento noble, patriótico y americano.
en nuestras tropas no hay novedad alguna, van bien; pero siempre la
falta de una autoridad fuerte inmediata a ellos hace resentir la disciplina. a
biblioteca ayacucho
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